Leche Pasteurizada
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Se calienta a una temperatura moderada (alrededor de 72°C) durante 15-20 segundos.
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El objetivo es eliminar la mayoría de las bacterias patógenas para hacerla segura para el consumo.
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Luego se enfría rápidamente.
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Tiene una vida útil corta (normalmente entre 5 y 7 días en refrigeración).
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Debe mantenerse siempre refrigerada.
Leche Ultrapasteurizada (UHT)
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Se calienta a una temperatura mucho más alta, alrededor de 135-150°C, pero por un tiempo muy breve (2-5 segundos).
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Esto elimina prácticamente todas las bacterias y esporas, por eso dura mucho más tiempo sin refrigeración.
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La leche UHT se envasa en condiciones asépticas, lo que permite conservarla sin refrigerar durante meses mientras no se abra el envase.
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Una vez abierto, debe guardarse en refrigeración y consumirse rápido.
En resumen:
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Pasteurizada: menos tratamiento térmico, vida corta, se conserva en frío.
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Ultrapasteurizada (UHT): tratamiento térmico fuerte, vida larga, se puede conservar sin frío antes de abrir.
Leche Pasteurizada
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Ideal para consumo rápido y fresco.
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Tiene un sabor más cercano al de la leche “natural” porque el tratamiento térmico es más suave.
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Se usa mucho en hogares, cafeterías, y para hacer yogur o quesos frescos que requieren bacterias vivas.
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Se debe consumir en pocos días y siempre refrigerada.
Leche Ultrapasteurizada (UHT)
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Perfecta para cuando necesitas almacenamiento prolongado sin refrigerar, como en lugares donde no hay fácil acceso a la nevera o para emergencias.
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Muy práctica para llevar de viaje o para consumo en lugares donde la leche fresca no está disponible.
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Tiene un sabor un poco más “cocido” o diferente por el calor fuerte que se le aplica.
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No es tan buena para hacer yogures o quesos que requieren bacterias vivas, porque esas bacterias mueren en el proceso UHT.
En resumen:
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Si quieres leche fresca y con mejor sabor, pasteurizada.
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Si quieres leche que dure mucho y se pueda guardar sin frío, UHT.
Una vez abiertas, la leche pasteurizada y la leche ultrapasteurizada (UHT) tienen un tiempo de conservación similar en la nevera, porque al estar en contacto con el aire y las bacterias del ambiente, empiezan a deteriorarse.
Generalmente:
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Leche pasteurizada abierta: dura entre 3 y 5 días en la nevera.
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Leche UHT abierta: también dura alrededor de 3 a 5 días en la nevera.
Así que una vez abiertas, la ventaja de la leche UHT de durar mucho tiempo sin refrigeración se pierde, y ambas deben guardarse en la nevera y consumirse rápido.
Si nunca hierves la leche (o nunca la sometes a un proceso térmico como la pasteurización), pueden pasar varias cosas importantes:
1. Riesgo de bacterias y enfermedades
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La leche cruda (sin hervir ni pasteurizar) puede contener bacterias dañinas como Salmonella, E. coli, Listeria y otros patógenos.
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Consumirla sin tratar puede causar intoxicaciones alimentarias o enfermedades graves, especialmente en niños, ancianos o personas con sistemas inmunitarios debilitados.
2. Vida útil muy corta
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La leche cruda se echa a perder muy rápido, porque las bacterias naturales de la leche empiezan a multiplicarse rápidamente a temperatura ambiente.
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Sin hervir, dura solo unas horas o como mucho un día en refrigeración.
3. Sabor y textura variables
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La leche cruda puede tener un sabor más “natural” y más grasa visible (crema), pero también puede tener sabores desagradables si empieza a fermentar o estropearse rápido.
Por eso es importante:
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Pasteurizarla o hervirla antes de consumir para matar bacterias dañinas.
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La pasteurización o hervir la leche hacen que sea segura y aumentan su vida útil.